no es nada,
pero cuando vez que es una roca
y no te deja pasar
todas tus ilusiones, terminan
convirtiéndose en esa roca.
Los sueños se fueron junto a las esperanzas
que alguna vez entregue a muchos
Hoy ni esos muchos existen
cada uno de ellos termino siendo
un fantasma de mi pasado
que a veces recuerdo con ojos
bien abiertos en mis peores pesadillas.
La cual, gracias a ellos aprendí
a darme cuenta de la falsedad del hombre.
No dudo que también soy falsa
en ocasiones, pero nunca cuando
siento que alguien necesita de mí.
Creo que esto me pasa por
estar siempre entregando
mi hombro a alguna lagrima,
sin recibir nunca algo a cambio.
Pero cuando no posees un hombro
para tus propias lagrimas, es ahí cuando
necesitas ponerte a pensar y ver
la cruda realidad en la que
vive y se obliga a seguir el hombre.